El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, cumplirá mañana un año en el poder con altos índices de desaprobación a su gestión y en medio de una crisis política que estuvo a punto de llevarlo a un juicio político.
Este primer aniversario llega después de que Abdo Benítez se viera obligado a cambiar a varios de sus funcionarios por el escándalo del acta bilateral con Brasil sobre compra de energía a la represa Itaipú, que su gobierno procuró en vano mantener en secreto.
Hoy, en diálogo con los periodistas paraguayos, el presidente aseguró que en su gobierno “va a seguir habiendo cambios”, más de allá de los que se vio obligado a ordenar a causa de las críticas recibidas por el acuerdo con Brasil, que finalmente fue anulado.
Esos cambios se darán en momentos en que la desaprobación a la administración de Abdo Benítez llega a 69,3%, según un trabajo del Centro de Investigación y Estudios Socioeconómicos (CIES) para el grupo editorial formado por el diario Última Hora, los canales Noticias Paraguay y Telefuturo y Radio Monumental.