La Cumbre del Clima de la ONU (COP25) comenzó este lunes en Madrid con un nuevo llamado a afrontar con “mayor ambición” el momento “crítico” actual, que requiere “medidas radicales” a favor de la descarbonización de la economía, para evitar llegar a una “situación de peligro para la humanidad”.
“¿Realmente queremos ser recordados como la generación que enterró su cabeza en la arena, mientras el planeta ardía?”, preguntó el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en su discurso inaugural de la conferencia, que se celebra hasta el 13 de diciembre en el centro ferial madrileño Ifema.
Ante medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente argentino Mauricio Macri, Guterres advirtió que “sólo hay dos caminos: el de la derrota y el de la esperanza”, que es el de las “soluciones sostenibles” y requiere que “los combustibles fósiles permanezcan donde deberían estar, bajo el suelo”.
“La única manera de reducir la temperatura global es limitar los combustibles fósiles. Si no, acabaremos en una situación catastrófica. La juventud está instando a los líderes a que se esmeren para luchar contra la emergencia climática”, remarcó el secretario general de la ONU.
“Las señales no se pueden ignorar, los últimos cinco años han sido los más calientes que se hayan documentado. Hay desastres climáticos más extremos, huracanes, sequías, inundaciones, incendios, se derriten los casquetes polares. La Antártida se reduce tres veces más rápido de lo previsto”, recordó.
La COP25 es una cita trascendental para la lucha contra el cambio climático, ya que será la última reunión -y oportunidad- para llegar a acuerdos para activar el Acuerdo de París, el primer pacto mundial vinculante de defensa del clima, que debe estar plenamente vigente en enero de 2020.
Se buscan garantías para poner el acuerdo en marcha y alcanzar la meta de largo plazo de neutralizar las emisiones para 2050, limitar el calentamiento global por debajo de los 2 grados y proseguir los esfuerzos para que no supere los 1,5 grados.
Sin embargo, el gran desafío que plantea la lucha contra el cambio climático es que los líderes de las grandes potencias como Estados Unidos, China y Rusia no están comprometidas a actuar, y que la mayoría de los países del G20, que representan las tres cuartas partes de las emisiones globales, no presentaron planes transformadores.
El responsable del grupo de expertos de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés), Hoesung Lee, advirtió en la ceremonia inaugural que “si seguimos por el camino actual corremos el peligro de que aumente la temperatura, y eso amenazará nuestra existencia”.
“No estamos haciendo suficiente. Ni nos acercamos a lo que sería suficiente para dominar esta situación”, afirmó el experto de la ONU.
La COP25 se organizó en un tiempo récord en Madrid, bajo la coordinación del gobierno español y chileno, después de que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, renunció a celebrar la cumbre en la capital, Santiago, a raíz de la crisis política y social que atraviesa su país.
Pese a su ausencia, Piñera intervino a través de un mensaje en video para expresar el compromiso “firme y claro” de su país con la lucha contra el cambio climático y justificar su ausencia, aludiendo a la “ola de violencia criminal” que su gobierno enfrentó, según dijo, “resguardando los derechos humanos”.
En tanto, el presidente del gobierno español y anfitrión, el socialista Pedro Sánchez, elevó la voz crítica hacia los países poderosos que no se comprometieron con la mitigación de esta crisis y reivindicó el papel “histórico” de Europa para liderar el cambio hacia una economía verde.
“Si fue Europa quien lideró la revolución industrial, ha de ser Europa quien lidere la descarbonización”, dijo Sánchez, quien subrayó el “silencio” de algunas naciones, a las que recordó que “no hay muro que las pueda proteger” frente a las consecuencias de la emergencia climática.
“Hoy, por fortuna, sólo un puñado de fanáticos niega la evidencia”, aseguró, en un mensaje velado al presidente estadounidense Donald Trump, uno de los grandes ausentes en la Cumbre junto con el brasileño Jair Bolsonaro.
“Hemos venido aquí para decirles que seguimos dentro”, dijo la política demócrata Nancy Pelosi, presidenta del Congreso estadounidense, en referencia al compromiso de lucha contra el calentamiento global, al margen de que Trump haya iniciado los trámites para abandonar el Acuerdo de París.
Por su parte, el presidente saliente argentino Mauricio Macri aseguró que “para 2040, la generación eléctrica de Argentina será libre de emisiones de gases de efecto invernadero”, a pesar de haber promovido los subsidios a los combustibles fósiles y el proyecto extractivo de Vaca Muerta.
Ante este tipo de modelos, contrario a los cambios que se están buscando, Guterres señaló que es “es absolutamente posible un desarrollo económico sostenible y productivo”.
“La economía verde es más rentable” que la extractiva, aseguró.