El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, destacó hoy como una “decisión importante” el apoyo que tuvo esta semana de parte del ex premier Matteo Renzi, quien había criticado varias de las políticas del actual Ejecutivo.

“El apoyo de Matteo Renzi al Ejecutivo fue una decisión importante”, destacó Conte en una entrevista publicada hoy por el diario Il Messaggero, luego de que el ex premier rechazara esta semana las mociones opositoras para destituir al ministro de Justicia, Alfonso Bonafede.

Renzi, primer ministro entre febrero de 2014 y diciembre de 2016, fundó en septiembre de 2019 la fuerza Italia Viva (IV) como escisión del Partido Democrático (PD), con la que mantiene el apoyo legislativo al gobierno de Conte pero con críticas en varios temas, entre ellos la gestión de la Justicia.

En ese marco, si bien desde fines del año pasado Renzi pedía el alejamiento de Bonafede, Italia Viva aportó los 17 votos de senadores que fueron claves para que el Ejecutivo de Conte rechazara este miércoles las mociones de desconfianza contra el titular de Justicia.

Este viernes, el primer ministro destacó el gesto de Renzi y adelantó además que el gobierno “acogerá las propuestas de Italia Viva sobre Infraestructura y la ley de familias”.

“Existe una colaboración total con Italia Viva, como en el pasado. Ahora hay trabajo por hacer en temas de obras de construcción y políticas familiares”, agregó Conte.

Conte, un abogado de 55 años a cargo de su segundo período de gobierno desde septiembre de 2019, encabeza una coalición de gobierno formada por el PD, Italia Viva, el Movimiento Cinco Estrellas y Libres e Iguales.

Antes, entre junio de 2018 y agosto pasado, había encabezado como premier un Ejecutivo de coalición entre la Liga de Matteo Salvini y el Movimiento Cinco Estrellas, en lo que fue su primera experiencia política.

Renzi, ex alcalde de Florencia, se convirtió en febrero de 2014, a los 39 años, en el premier más joven de la historia italiana, aunque a fines de 2016 renunció al cargo tras perder un referéndum que había convocado para plebiscitar una ambiciosa reforma constitucional con la que buscaba bajar la cantidad de cargos políticos y la modificación y reducción de las funciones del Senado.