La presentación de los exfuncionarios se realizó hace algunos días y ocurrió en desacuerdo con la decisión del gobierno de los Estados Unidos de presentar a un candidato a presidente del BID de ese país.
Argentina puede tener una iniciativa poltica que sea respetada y apoyada por el resto de America Latina
El senador Jorge Taiana recordó que cuando se fundó la entidad, a fines de los años ’50, el entonces presidente de los Estados Unidos, Dwight Eisenhower, mencionó que el BID era un banco de desarrollo para los países de América Latina y que debía estar encabezado por un latinoamericano, con un estadounidense como su segundo ya que ese país es el aportante del treinta por ciento de sus fondos.
“Así fue durante los sesenta años que funcionó el BID. Pero, ante la sorpresiva designación de un ciudadano norteamericano por parte del presidente (Donald) Trump, hubo varias expresiones de descontento”, explicó Taiana.
El excanciller sostuvo que “se altera el equilibrio de la región” y mencionó que “Argentina puede tener una iniciativa política que sea respetada y apoyada por el resto de los países de America Latina”.
“Nosotros que éramos los que presentamos un candidato para presidir el BID, somos los más obligados a hacer alguna actividad y a no quedarnos callados”, aseguró Taiana en relación con la intención del gobierno de Alberto Fernández de postular para encabezar la entidad al actual Secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación, Gustavo Béliz.
vicepresidente de la Comisinde Relaciones Exteriores de la Cmara de Senadores, Julio Cobos
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión, el radical mendocino Julio Cobos, le pidió a los senadores “un respaldo muy fuerte a la costumbre de que un presidente del BID debe ser latinoamericano y que se estaría por romper después de muchos años de tradición”.
Por otro lado, la Comisión de Relaciones Exteriores también dictaminó favorablemente varios proyectos de Declaración que expresan dolor y solidaridad hacia el pueblo del Líbano después de la explosión, aparentemente accidental, de un depósito de explosivos en el puerto de Beirut y que mató a 154 personas, provocó miles de heridos y destruyó la mitad de la capital de aquel país.