El hecho de que Urdangarin ya pueda comenzar a disfrutar de permisos sin haber cumplido una cuarta parte de su condena, no implica una modificación de su clasificación penitenciaria, como segundo grado.
Según la decisión judicial, el objetivo de las salidas de Urdangarin es “evitar la desocialización” que comparta la “situación de aislamiento” de facto en la que la administración decidió que cumpla su condena.
Urdangarin es el único recluso varón de la cárcel de Brieva, en la provincia de Ávila, adonde ingresó el 18 de junio de 2018 para cumplir una condena de cinco años y diez meses de prisión que le impuso el Tribunal Supremo español por el caso de corrupción Nóos, un escándalo que sacudió los cimientos de la monarquía española.