En un dilogo que orbit alrededor de los celos, lo cursi, las canciones romnticas y las nuevas regulaciones que se hacen incluso en nombre del progresismo, la ensayista y psicoanalista Alexandra Kohan y el escritor y ensayista Martn Kohan, que adems son pareja, conversaron hoy en el marco de la Feria Leer de San Isidro sobre el deseo, el amor y los desencuentros.

Bajo el ttulo prometedor de “Kohan versus Kohan”, la charla fue parte del programa de actividades de la Feria Leer que organiza el Municipio de San Isidro y fue moderada por Vctor Malumin, editor del sello Godot y cofundador de la Feria de Editores. El intercambio, lejos de asumir la forma de batalla, fue un dilogo lleno de matices y reflexiones alrededor del discurso amoroso.

El escritor y la psicoanalista publicaron libros sobre la cuestin amorosa; en 2020, Alexandra Kohan present el ensayo “Y sin embargo, el amor” y Martn Kohan, en 2015, public “Ojos brujos: Fbulas de amor en la cultura de masas”. Mientras ella trabaja en un libro alrededor de los dilemas discursivos del cuerpo, l corrige una serie de cuentos y escribe un ensayo sobre la aparicin del celular y cmo cambi nuestras relaciones y discursos: “Todo se hace con el telfono, excepto hablar por telfono”. El Festival Leer los reencontr para abordar la temtica rica y siempre vigente del amor.

La charla, difundida por las redes sociales del Festival, comenz con un llamado a pensar cmo se alojan las diferencias del otro en una relacin. “Darle lugar al otro, a la diferencia, tal vez sea una de las cosas ms difciles de soportar. Esperar cosas del otro no es una gran idea. El amor debera ser desinteresado, sin esperar nada a cambio”, sostuvo la psicoanalista.

“Cules son los lmites de las incomodidades que genera el otro”, pregunt Malumin. Para el escritor, si bien no es necesario hacer una apologa del sufrimiento, es importante no caer en la indolencia o la impermiabilizacin: “No deja de producirme inquietud y preocupacin esa insistencia en que nada nos afecte. Vnculos que no nos afecten? Blindarse? Colocar el amor en amianto? Para m eso es arrojar el amor a la indiferencia. Uno no disea al otro. El amor incluye las zonas de la diferencia”.

A su turno, la ensayista advirti que el ideal de indolencia genera mucha frustracin: “No debiera doler pero duele. Y es imposible que no duela porque el otro es otro. La pretensin de armona no funciona: soportar que las cosas no cuajen genera mucho ms alivio. Ac es donde entra la angustia como un modo de deseo. La angustia es un modo de estar vivo. Y la pretensin de que el otro cambie lo que no nos gusta o se sacrifique es intil. El amor no se lleva bien con el sacrificio”.

En ese momento, un intercambio casi hogareo, en registro ntimo, reprodujo la lgica de la inutilidad del sacrificio por amor.

-Yo no te pedira que dejes de ver a Boca-le dijo ella.

-Eso no lo vas a lograr nunca.

-Por eso no te lo pedira.

-Por eso estamos juntos.

El escritor record que vivimos tiempos “muy represivos”, con remordimientos y culpa: “Hoy el sufrimiento est redoblado: uno padece por tener celos y tambin por la culpa que da sentir algo supuestamente incorrecto como los celos. Y eso ocurre por la tendencia represiva”.

Lo cursi es la mayor expresin del amor?, los consult Malumian. “Hay algo del lenguaje amoroso que tiene que ver con modulaciones que uno no usa habitualmente. O no. No es una frmula. Lo que me parece importante es no censurar esas formas. Las cosas suenan cursis cuando son escuchadas por fuera de la enunciacin. Si yo publicara los mensajes amorosos de Martn y sus respuestas, los otros consideraran que son cursis. El problema es extrapolar la intimidad”, analiz ella.

l, por su parte, retom una cita de Gmez de la Serna: “Cursi es todo sentimiento que no se comparte”. “El universo sentimental mirado desde afuera siempre se ve cursi. Es muy fcil sealar la cursilera ajena como si a uno no le tocara transitar la misma cursilera cuando se enamora. No envidio la condicin del que se pone a salvo de lo cursi”, sostuvo.

Despus, reflexionaron alrededor de la protocolizacin de las relaciones, an cuando se hacen en nombre del progresismo. “Las normas hacen que se termine la sorpresa, el acontecimiento y el encuentro como contingencia que no se puede calcular. El amor, cuando irrumpe, lo hace por afuera de esos clculos”, defini ella.

l tambin fue categrico: “La protocolizacin liquida al otro. La regla general anula al otro, lo subsume a nuestra creencia y reprime el deseo”. Y despus, traslad el razonamiento a cmo operaban los dogmas ms tradicionales: “Para establecer una regularizacin de las pasiones ya tenamos a las religiones con sus aparatos represivos y sus dogmas. De donde sali la necesidad de establecer un plus? Las religiones al menos lo hacan en nombre de Dios y asuman esa condicin. El progresismo lo hace en nombre de la liberacin pero el dispositivo sigue siendo el mismo. Cul es el Vaticano que dictamina que celar est mal? A qu infierno nos van a mandar?”.