Los dos partidos que forman la coalición que gobierna Italia, la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas, buscan bajarle el tono a las tensiones dentro del Ejecutivo que incluyeron acusaciones de “pérdida de confianza” y excluyeron hoy la posibilidad de una crisis de gobernabilidad.
“Excluyo la crisis, son dinámicas entre fuerzas distintas”, planteó hoy uno de los dos vicepremiers, el líder del Cinco Estrellas Luigi Di Maio, en un tono conciliador con el que buscó dar por terminado un nuevo capítulo de desencuentros entre los socios.
La declaración de Di Maio se da a menos de 24 horas de que ayer fuera el propio vicepremier el que se declaró “golpeado por la espalda” por las críticas de parte de la Liga de una “falta de confianza” dentro del Ejecutivo.