La poda es la eliminación de algunas partes del árbol para algún propósito determinado. Esta práctica debe realizarse de acuerdo a ciertas reglas y con las herramientas adecuadas.
Las razones de la poda se enumeran a continuación:
– Para dar a la planta una forma adecuada que permita su aprovechamiento.
– Para mantener una buena sanidad en el árbol.
– En el caso de frutales, para mejorar calidad de frutos.
– Para limitar el crecimiento de la planta.
– Para atenuar alternancias en la producción.
En frutales de pepita podar corto ( a un tercio o menos de la mitad del largo) las
ramas del año. En frutales de carozo podar largo (más de la mitad), las mismas
ramas.
Podar al ras las ramas del año y otras, mal orientadas (hacia abajo o hacia adentro
de la copa)
En los en manzanos y perales se podan corto las ramas del año para que
acumulen reservas en la base y generen yemas engrosadas (bolsas y lamburdas),
que son las que van a dar fruta. Se pueden podar otras ramas si eso ayuda a una
mejor forma de la copa. Las ramas de tres o más años también se podan con el
principio de favorecer yemas fructíferas en la zona basal, pero si son de más de 2cm
de grosor se podan largo. En estos frutales se repite la formación de frutos en los
mismos puntos por lo cual hay que dirigir la poda a ramos nuevos que desarrollen
yemas de flor cerca de la parte basal.
Como regla general las ramas del año más vigorosas (contienen más reservas), caso
del manzano, peral y cerezo; se podan corto. Las ramas del año menos vigorosas
(pocas reservas) se podan largo, caso del ciruelo, guindo y membrillo.
Si en la planta tengo ramas de más de dos años, es decir de un cierto grosor, que
están bien orientadas, se podan largo (carozo y pepita).
En esta oportunidad en la columna de huerta a cargo de Ramiro Amado que realiza los viernes en Es lo que hay se abordó la temática poda de árboles de frutales de pepita.