El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, admitió que no tiene apoyos para ser reelegido, con lo que España se verá abocada a una repetición electoral, descargando la responsabilidad sobre la oposición, en especial a Unidas Podemos por “haber rechazado hasta cinco fórmulas de pacto”.

Sánchez compareció ante la prensa en el Palacio de La Moncloa tras cerrar la ronda de consultas políticas del rey Felipe VI, quien anunció que no lo volvería a proponer como candidato a la investidura por no contar con el apoyo necesario para obtener la “confianza” del Parlamento.

“He intentado por todos los medios configurar un gobierno moderado y sin frentismos, pero me lo han hecho imposible”, se justificó el líder del Partido Socialista, quien ganó las elecciones del 28 de abril sin mayoría absoluta.

“Desgraciadamente dos fuerzas conservadoras y una de izquierda han preferido bloquear lo que dijeron las urnas”, aseguró.

Por ello, pensando ya en los nuevos comicios, pidió a los españoles “que lo digan aún más claro” para que se pueda formar un “gobierno sólido y no haya más bloqueos”.

“Lamentablemente los conservadores españoles poco tienen que ver con los conservadores europeos y han optado por desentenderse”, sostuvo Sánchez, refiriéndose al Partido Popular y su negativa a facilitar su investidura.

“Ciudadanos no tiene nada que ver con el centro ni con los liberales de Europa”, añadió Sánchez, acusando al partido de Albert Rivera de preferir “abrazar a la ultraderecha” en vez de garantizar que haya un gobierno en España.