La Comandancia de las Operaciones Conjuntas de Irak anunció hoy que tomó medidas para que los oficiales, comandantes y otros rangos que cometieron “actos equivocados” contra los manifestantes que desembocaron anoche en la muerte de cinco personas, rindan cuentas.

Se trata del primer anuncio de este tipo desde que el martes pasado se iniciaran las protestas contra el gobierno en diferentes puntos de Irak en las que se registraron, según fuentes oficiales, más de 100 muertos y 6.000 heridos.

En un comunicado oficial, la comandancia que reúne a las Fuerzas Armadas y otros cuerpos de seguridad informó de la creación de “consejos de investigación”, para esclarecer responsabilidades con vistas a un posible juicio militar a los culpables.

La cúpula militar recuerda a “todas las fuerzas de seguridad su compromiso con las normas de enfrentamiento para proteger a los manifestantes y hacer frente a los disturbios”.

Además, en la nota se informa que el primer ministro y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Adel Abdelmahdi, le ordenó a todas las unidades del Ejército retirarse del barrio de Ciudad Sadr para ser reemplazados por la efectivos de Policía Federal, tras el uso de la “fuerza excesiva” por parte de algunos uniformados.