La experiencia, en dos centenares de vehículos, se llevó a cabo esta mañana en el Capitolio, el parque de exposiciones de Chalôns en Champagne, una ciudad situada a unos 185 kilómetros al este de París, convocada por el obispo local, François Touvet.
La diócesis distribuyó un protocolo sanitario y de seguridad para la celebración, que incluyó un máximo de cuatro personas por coche, la prohibición de salir de él y la obligación de desinfectarse las manos antes de comulgar, acto que se hizo sin salir de los vehículos.
⛪ Al no poder reunir a sus fieles en la iglesia, el obispo ofici en la explanada de un centro de convenciones, y con todos los feligreses metidos en sus coches 🚗 https://t.co/krfhJWh8dV
La Voz de Galicia (@lavozdegalicia) May 17, 2020
Los asistentes pudieron seguir el desarrollo de la misa a través de una emisora local de radio y quienes quisieran comulgar debían encender las luces de emergencia de los autos para informárselo a los sacerdotes, relató la agencia de noticias EFE.
Asimismo, los organizadores publicaron en la página web de la diócesis los cantos previstoas para la misa, que los fieles debían llevar impresos.
La diócesis repitió la convocatoria para los dos próximos domingos.
Francia -séptimo país con más contagios y cuarto con más muertes por coronavirus en todo el mundo- comenzó el lunes pasado una flexibilización gradual que no incluye las celebraciones religiosas con público, que siguen prohibidas al menos hasta el 2 de junio próximo.